Cartografiar el espacio doméstico en mi caso se ha convertido en un ejercicio casi inconsciente y natural. Es el escenario más íntimo y conocido lo que conlleva una observación reflexiva, un cambio de perspectiva para entenderlo y entenderse mejor. Este es el camino de esta pieza que compone la serie “Atlas”

cada una se despliegua en tres partes en las que se representa un “plano” una representación realizada desde la memoria de un total de doce lugares donde he vivido.Un ejercicio de resignificación(resituación) reflexivo sobre experiencias, vivencias que se generan por el hecho de vivir un lugar.

El pliegue y despliegue de los planos de las piezas en el aire, la desocupación del espacio o la caligrafía misteriosa de la sombra buscan retener la respiración visual de la casa, la verdad esencial del lugar.