Nessum Dorma" ("Que nadie duerma") hace referencia al aria de Giacomo Puccini que cerraba su ópera Turandot. El título alude a los misterios de la emoción y el sentimiento; los sentimientos en los que el amor se convierte en un elemento sustantivo de la realidad misma del ser. Esta emotiva pieza musical es la base de mi escultura del mismo nombre, que adquiere la fisicidad de un rollo de pianola reproducido en latón. Cada uno de estos elementos: la pieza musical, la música potencial conservada y el latón, sirven como recuerdos fragmentarios en sí mismos, y se unen para convertir un grato recuerdo de la infancia en un objeto contemplativo. Este objeto, personal y cercano a la vez, evoca la esencia de lo que es tocar la memoria: algo que siempre está ahí, pero que, como el rollo de piano y la música, revive con un simple gesto, olor, sonido o tacto. Los recuerdos son personales pero compartidos; la misma aria representada en "Nessum Dorma" sonará al mismo tiempo igual para cada uno de nosotros y significará algo diferente, pero sin embargo activará la memoria.